La rectora de la Universidad Nacional de los Comechingones fue invitada a participar en la “Mesa sobre dignidad e igualdad de género”, que compartió con Estela de Carlotto y rectoras de otras instituciones.
El Congreso Nacional de Filosofía 2019, que se desarrolló en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), cerró el sábado con una “Mesa sobre dignidad e igualdad de género” en la que participó la rectora de la Universidad Nacional de los Comechingones (UNLC), Agustina Rodríguez Saá, quien compartió sus conocimientos y opiniones con Estela de Carlotto, Verónica Magario, Alcira Argumedo, Sandra Torlucci, rectora de la Universidad nacional de las Artes (UNA) y Ana Jaramillo.
Cada exposición giró alrededor del rol de la mujer actual en los escenarios académicos, el papel que ocupa en la sociedad actual y en las comunidades educativa y científica, entre otros.
TRES DERECHOS HUMANOS
Rodríguez Saá mencionó tres Derechos Humanos en los que se involucra la institución educativa de Villa de Merlo. “Tienen que ver con la dignidad y si los llevamos a la práctica pueden ser un verdadero proceso de transformación de Justicia Social. El primero se refiere a la igualdad real de oportunidades; el segundo a un ambiente sano y el tercero del acceso a la educación, y en particular a la educación superior”, afirmó y explicó que la universidad de la localidad del microclima nació bajo el “impulso de ciudadanos y ciudadanas de la región y dio la posibilidad de acceso a muchísimos estudiantes para hacer efectiva la inclusión social”.
Especificó que el ambiente sano “es una condición necesaria para poder ejercer los otros derechos. Como dijo Perón ‘no hay posibilidades de vida en el planeta sin un ambiente sano’. Vinculo este derecho humano estrechamente con la mujer porque mientras más seamos las involucradas en estas temáticas, mejor vamos a poder llevar adelante políticas revolucionarias y urgentes necesarias para el buen vivir”, aseveró y añadió que, si bien hay muchos avances en cuanto al rol que ocupa la mujer en general, “no podemos caer en la ilusión de igualdad que nos impida reconocer que todavía persisten obstáculos, algunos visibles y otros invisibilizados, que continúan ejerciendo un enorme peso en las carreras”.
Para ilustrar sus palabras, brindó algunos porcentajes. Destacó, por ejemplo, que el número de mujeres que egresan, no se traduce en las mismas posibilidades de acceder a cargos jerárquicos en gestión, en investigación y en docencia.
“Trabajamos mucho en incentivar vocaciones científicas para que las mujeres se animen a estudiar las carreras que ofrecemos. En segundo lugar, llevamos adelante políticas que permitan institucionalizar cuestiones que permitan abordar las desigualdades numéricas. Desde nuestro estatuto, que tiene perspectivas de género, trabajamos en la elaboración de protocolos porque, ya en este camino de 3 años, nos encontramos con casos de violencia tanto en estudiantes como docentes”, contó.
Por último destacó que el tercer gran desafío es lograr transformaciones en el campo del conocimiento con perspectiva de género, “es clave para la despatriarcalización de las relaciones sociales”.
(Fuente: El Diario de la República//Foto: congresonacionaldefilosofia.org
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