Una encuesta reciente realizada por la Universidad Nacional de los Comechingones refleja que un 80 por ciento de los habitantes de la provincia de San Luis y de Traslasierra, en Córdoba, considera que la cuarentena obligatoria resultó una herramienta eficiente para frenar el contagio de coronavirus COVID-19. Sin embargo, la percepción sobre el cumplimiento de la medida en barrios, ciudades o pueblos es un tanto diferente: un 48% observa que la gente “cumplió” siempre con las restricciones y un 42% cree que sólo lo hizo “a veces”.
Luego, ya con medidas de flexibilización del confinamiento en vigencia, sólo un 30% dijo que existe un “riesgo medio” de contraer la enfermedad, mientras que un 48% cree que ese riesgo es “bajo”. Es decir, casi cinco de cada diez personas piensan que están lejos del peligro de contagio .
Para este estudio, la UNLC recolectó datos en forma digital entre el 20 y el 31 de mayo, con una muestra no probabilística de 920 casos distribuidos en toda la provincia de San Luis y en los departamentos San Alberto y San Javier de la provincia de Córdoba, en la zona de Traslasierra.
El relevamiento estuvo estructurado sobre la base de un cuestionario que respondió cada persona en forma directa, sin mediación de encuestador, a través de internet.
“Dividimos las preguntas en ocho dimensiones, para conocer la percepción social sobre el aislamiento social obligatorio, los hábitos de comunicación y los efectos de la pandemia en las tareas del hogar, la educación, la salud y la economía”, explicó la directora del Departamento Arquitectura, las Culturas y el Arte de la UNLC, magíster Mariela Gabriel, encargada de llevar adelante este proyecto.
Una dimensión relevada fue la económica y una mayoría abrumadora considera que su situación viene en caída: casi un 65% dice que está peor que antes de la cuarentena, mientras que un 30% revela que sigue en las mismas condiciones.También nada menos que un 65% de los encuestados advierte que al menos una de las personas de su hogar vio reducidos sus ingresos, lo que obligó a una amplia mayoría a dejar de pagar algún servicio.
El futuro, al menos en el corto plazo, no promete nada mejor. Pese a la flexibilización progresiva del confinamiento, casi un 50% cree que sólo podrá sostener sus gastos básicos.
Pero uno de los datos más llamativos de esta dimensión es que, pese a la decadencia económica, la mayoría sigue pensando que lo importante es la salud. ¿Por qué? Porque un 50% la pone en un plano de igualdad con la economía, un 30% la prioriza por sobre todas las cosas y apenas un 14% dice estar más preocupado por la situación económica que por otras razones.
Un apartado interesante resultó la medición de los hábitos de consumo de información en estos tiempos. Nada menos que un 68% dice que mira la TV nacional para estar al día con la situación de la pandemia de COVID-19. Es decir, prácticamente 7 de cada 10 personas recurre este medio tradicional que era percibido hasta hace poco como una plataforma en un declive irreversible. Luego, el conjunto de redes sociales reúne un 71% de las respuestas, pero en ese caso el reparto es dispar: un 29% se vale de Facebook para informarse, un 17% de Whatsapp, un 12% de Instagram y un 17 menciona “Otras redes sociales”, entre las que podría sobresalir Twitter. Los diarios de papel o digital son consultados por un 43%, según esta encuesta.
Y a la hora de establecer comunicaciones directas, la gente reveló un uso abrumador del Whatsapp: un 80% dice que lo elige por encima de otras vías como el correo electrónico, los chats, las redes, las videoconferencias e incluso los encuentros presenciales.
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Los resultados de la encuesta realizada entre el 20 y el 31 de mayo de 2020.
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