A fines de diciembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió establecer “un Día Internacional anual, para reconocer la importante contribución que la comunidad científica y tecnológica hace al desarrollo sostenible y a la promoción del empoderamiento, la participación y los aportes de las mujeres y las niñas en la ciencia, la tecnología y la innovación”. De esta manera, a través de la Resolución 70/212, proclamó el 11 de febrero de cada año, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Al respecto, es importante señalar que, si bien Argentina realizó en los últimos años importantes avances en la temática, al momento de analizar la efectiva participación de las mujeres en el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, se advierte que recién a partir de la sanción de la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, se establece el objetivo de propiciar “la igualdad real y efectiva de la participación de las mujeres y la población LGTBI+ en todos los niveles y ámbitos del sistema científico-tecnológico” (Ley N° 27.614 de 2021). En esta línea es importante destacar, además, la incorporación de una agenda transversal de perspectiva de género en el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030.
Tal como expresara en el “Diagnóstico sobre la situación de las mujeres en ciencia y tecnología”, un informe elaborado en 2023 por el entonces MINCYT, la mayoría de las personas que investigan en nuestro país, son mujeres; no obstante lo cual, acceden en menor proporción a las posiciones de mayor jerarquía en la carrera profesional, y tienen una menor participación en disciplinas tradicionalmente masculinizadas como las ingenierías y tecnologías. Este fenómeno se reitera en la región Latinoamericana, tal como lo informa la CEPAL, en 2023, donde la proporción de mujeres graduadas de carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM), no supera el 40%.
De acuerdo a lo informado por UNESCO, a través de su plataforma de expertas “Women 4 Ethical AI”, en un momento en que las tecnologías digitales están transformando la vida cotidiana de todo el mundo, las mujeres se encuentran infrarrepresentadas tanto en la investigación como en el diseño de estas tecnologías; sus necesidades y experiencias también son pasadas por alto por los diseñadores, y los datos utilizados para entrenar la IA a menudo están sesgados en contra de las mujeres y las niñas. En base a lo expresado en el informe del panel de expertas, “solo el 20% de los empleados que desempeñan funciones técnicas en empresas de aprendizaje automático, el 12% de los investigadores de inteligencia artificial a nivel mundial y el 6% de los desarrolladores profesionales de software son mujeres”. Como resultado de esta disparidad, las Inteligencias Artificiales reproducen y profundizan los sesgos de género que caracterizan nuestras sociedades y se transforman en herramientas de explotación, multiplicando así las inequidades. El informe concluye que “actualmente, a nivel mundial, las mujeres y las niñas tienen un 25% menos de probabilidades que los hombres de saber aprovechar la tecnología digital para fines básicos, 4 veces menos de saber programar ordenadores [computadoras] y 13 veces menos de solicitar una patente de TIC”.
Esta nueva conmemoración nos encuentra en un contexto en donde se ven cuestionados tanto el compromiso público con la promoción de la ciencia y la tecnología, como con los intentos de temperar los efectos del patriarcado en nuestra sociedad, invitamos por tanto desde el Programa de Género y Diversidad de la UNLC a la comunidad académica, a reflexionar respecto de estas cuestiones.
Comentarios recientes