Adolfo Rodríguez Saá reflexionó sobre oportunidades para la UNLC
Durante una Jornada de Reflexión Docente organizada por el gremio ADUNCO, el doctor Adolfo Rodríguez Saá habló en Merlo sobre las potencialidades de la Universidad Nacional de los Comechingones y el futuro de esta Institución. En lo que fueron las conclusiones de esa jornada, el ex presidente y ex gobernador destacó el espacio que ocupa la educación superior en San Luis: “Solamente la provincia de Buenos Aires tiene más de tres universidades y tres universidades sólo tienen Córdoba, Santa Fe y desde hace apenas unos años San Luis”.
El también ex senador nacional le habló al cuerpo docente de la UNLC y les dejó un mensaje motivador: “Ustedes valen más que lo que trasmiten que valen; en manos de ustedes están los jóvenes que depositan sus sueños, chicos que vienen de hogares muy humildes y que los van a transformar en profesionales”.
Luego habló de dos grandes oportunidades que la UNLC tiene, en su visión, para vincularse con el territorio:
– Por un lado, con la Ingeniería en Recursos Hídricos y el diferencial de nuestra universidad: “La razón para estudiar los recursos hídricos es muy simple, porque el problema del agua para un ingeniero de la Universidad de Buenos Aires es la abundancia, las inundaciones, y para nosotros es la escasez”. En esa línea, continuó diciendo: “Tenemos que pensar cómo contener el agua, como mantener la humedad para que nuestros campos puedan producir, como hacemos para aprovechar el recurso en toda su potencialidad. Los líderes de esa transformación deben ser ustedes”.
– Por otro lado, destacó la gravitación que tiene la Licenciatura en Meteorología en la oferta académica de la UNLC: “Con esta carrera, esta universidad compite nada menos que con la UBA, es un tremendo desafío”, dijo, y agregó: “Debemos transformar a la Universidad de Los Comechingones en el organismo que pueda dar el mejor pronóstico para el agro”.
Adolfo Rodríguez Saá planteó que cualquier productor agropecuario en San Luis depende de dos factores esenciales: el primero, la lluvia; el segundo, las heladas. “Si ustedes pueden pronosticar con exactitud, el productor tiene una herramienta impresionante para decidir cuándo sembrar”, dijo.
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